RATA NEGRA » Origen, habitat, comportamiento y alimentación

La rata negra (Rattus rattus) es reconocida fácilmente por la coloración de su dorso, que varía del negro al gris-oscuro. Tres subespecies son reconocidas: la primera, de dorso negro lustroso y superficie ventral gris-pizarra; la segunda, de dorso bruno-grisáceo y vientre blanco, o base de los pelos, color de pizarra, y la segunda, de tonalidad rojiza en el dorso y vientre blanco puro.

Su longitud varía de 16 a 23 centímetros. La cola, generalmente más larga que el cuerpo, mide de 19 a 25 centímetros. Los bigotes llegan a alcanzar las orejas. La rata negra puede ser diferenciada de la rata común por tener bigotes más largos, pelaje más oscuro, la cola mayor que el cuerpo y el primer molar con la cúspide no reducida.

Su olfato y audición compensan su visión pobre y carente de desarrollo, también tienen la capacidad de saltar e incluso nadar sobre la superficie, de esta forma, se pueden proteger de posibles amenazas. La rata negra puede ser un peligro para la salud pública ya que se asocia con enfermedades peligrosas como la peste bubónica, la fiebre tifoidea y la toxoplasmosis.

Origen y hábitat de la rata negra

Es difícil precisar la época en que esta especie se estableció en Europa. Según algunos zoólogos, la llegada de los primeros individuos a Inglaterra se verificó entre los años de 1095 y 1191. Alberto, el Grande, fue el primer naturalista que reconoció a la rata negra entre las especies encontradas en Alemania. En América del Sur, llegó junto con las expediciones de los primeros exploradores, con su primer disco en 1544, en Perú.

Originaria de Persia, es hoy abundante en todo el mundo. La rata negra se encuentra en el interior de las casas, en los graneros y en los jardines, en la ciudad y en el campo. Se encuentra siempre en grupo, formado por 1 macho y 2 o 3 hembras. Su abrigo, donde también guarda su alimento, se construye con el material que encuentre. Los nidos son generalmente por encima del suelo en los sótanos, los arbustos, las grietas de muros, los almacenes, las bodegas de los buques y las zonas portuarias.

Comportamiento y alimentación

Encuentra alimento y abrigo en las zonas urbanas y rurales, convirtiéndose en una compañera inconveniente y peligrosa. En principio, prefiere los sitios más secos y elevados de las residencias y construcciones humanas. Es voraz y omnívora. Bajo ciertas condiciones de confinamiento y superpoblación, devora a sus semejantes. Son agresivas si son atacadas o molestadas. Son animales nocturnos, y pueden ser vistos de día, en los terrenos baldíos.

Tienen el comportamiento de roer instintivamente, pues es así que desgastan sus dientes incisivos que nunca paran de crecer. En la naturaleza lo hacen en cáscaras y ramas de plantas y cuando habitan casas pueden hacerlo en algunos objetos y materiales como madera.

Las ratas al ser un animal omnívoro, consigue adaptarse y sobrevivir en lugares con pocos recursos y en condiciones ambientales extremas. Su alimentación diaria se basa en alrededor de 15 a 30 gramos de verduras, frutas, cereales, raíces y pequeños insectos. También consumen alrededor de 15 a 30 mililitros de agua al día.

Reproducción y gestación

La rata negra es un roedor gregario y se reproduce durante todo el año. Después de un período de gestación de 20 a 24 días, la hembra da a luz de 5 a 12 crías. Los cachorros que nacen son destetados después de tres semanas, y su madurez sexual, fase en que ya alcanzó todo su desarrollo, se observa a los tres meses de edad. Esto puede repetirse hasta cinco veces al año. La rata negra puede vivir hasta siete años y pesa alrededor de 200 gramos.